martes, 26 de agosto de 2008

Era uno de Lepe

Sólo con nombrar el andaluz pueblo de Lepe viene a nuestra cabeza una auténtica marea de chistes que deja a los leperos como auténticos imbéciles, pero resulta que un oriundo de tan celebre pueblo llegó nada más y nada menos que a rey de Inglaterra.
Se trataba de Juan de Lepe, un joven marinero bastante espabilado al que los avatares de la vida llevaron a la corte de Enrique VII. Una vez allí su vivacidad e ingenio le valieron el favor del monarca con el que solía ir a cazar y pasar el rato. El asunto es que en cierta ocasión, se apostó con el rey el trono de Inglaterra. Y ganó. El séptimo de los Enriques fue lo bastante listo como para especificar antes que sólo serían 24 horas, pero Juan fue a su vez lo bastante astuto como para otorgarse a si mismo una buena renta y unas buenas ganacias que recibiría a la muerte de Enrique VII.
Con todo esto en la bolsa, se volvió a España, donde al morir en 1583 donó gran parte de sus dineros al convento de Nuestra Señora de la Bella, en el cual quedó constacia del "sepulcro con una lápida de cierto Juan de Lepe, nacido de baja estirpe, del dicho pueblo de Lepe que, como fuese favorito de Enrique VII, rey de Inglaterra, y con él comiese muchas veces y aún jugase, sucedió que un día ganó al rey las rentas y la jurisdicción de todo el reino por un día natural."
Así pues, esta es la historia de Juan de Lepe, el lepero que fue rey de Inglaterra

2 comentarios:

Entrañable dijo...

Yo fui Miss Cuenca por un día... ¡¡El más feliz de mi vida!! Snif...

Anónimo dijo...

y fue rey de tooooooda Inglaterra